Estilo de vida

Agnosia auditiva: el drama de quienes no pueden reconocer voces

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Suena el teléfono.

-¿Aló?

-¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue hoy en el trabajo? ¿Qué tal si almorzamos este fin de semana?

-Disculpa, ¿quién eres?

-Cariño, soy tu mamá.

Esta conversación puede resultar inverosímil, pero no lo es.

Es lo que puede pasarles a quienes sufren de la llamada agnosia auditiva, un trastorno médico que impide que quienes lo padecen sean capaces de reconocer voces familiares.

Según los especialistas, afecta a un 3% de la población y se sabe muy poco al respecto.

Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad del Sure de California, en Estados Unidos, permite entender mejor este trastorno. Se trata del análisis más amplio efectuado hasta la fecha.

Descubrimiento fortuito

La investigación sobre la agonisa auditiva empezó por casualidad.

Durante un curso de neurociencia cognoscitiva, una alumna se le acercó al profesor que dictaba la clase para decirle que ella no podía reconocer voces.

“Nunca había escuchado nada al respecto, así que le consulté a colegas especializados en percepción del habla”, cuenta Irving Biederman, uno de los científicos que participó en el estudio.

“La respuesta inmediata fue: no la dejes ir”.

Biederman explica que la agnosia auditiva puede ser el resultado de una lesión, pero en la mayoría de los casos, las personas nacen con esa afección.

“Algunos viven con el trastorno sin saberlo. Incluso piensan que es normal no poder reconocer la voz de personas cercanas o de quienes han escuchado con anterioridad en varias oportunidades, como puede ser el caso de un cantante o un actor”, indica el especialista.

Asunto de vida o muerte

Es justamente el caso de la mujer que no reconoció la voz de su madre en la conversación citada al principio de este artículo.

“No supe que tenía agnosia auditiva hasta los 18 años. Estaba en el auto con mi novio y él puso una canción de los Artic Monkeys. Le pregunté qué grupo cantaba el tema. Sorprendido, me dijo que era mi banda favorita”, recuerda.

La mujer, quien participó en el estudio y cuya identidad ha sido mantenida en reserva, no es capaz de identificar su propia voz si la escucha en una grabación.

Puede reconocer voces familiares hasta 20 segundos después de oír oírlas. Tras ese período de tiempo, lo que le queda es adivinar.

Biederman explica que en la era del identificador de llamadas, padecer este trastorno no es tan grave.

“Pero en el proceso evolutivo del ser humano, fue un asunto de vida o muerte. Ante la imposibilidad de ver en la oscuridad, por ejemplo, la voz era lo que permitía identificar si una persona era una amenaza o no”, concluye el profesor.

Fuente. BBC Mundo

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