Cinco años antes, su novia de la universidad, la mujer que él creía que era el amor de su vida, se había separado de él debido a su problema con la bebida.
Posteriormente fue a rehabilitación y se estaba recuperando con éxito, pero no conseguía seguir adelante con su vida romántica.
Sin sentirse cómodo yendo a bares debido a su adicción, comenzó a trabajar en la app, a la que llamó Hinge, en 2011, para ayudarse a encontrar una nueva pareja.
En ese momento tenía 27 años y cursaba un MBA (maestría en administración de negocios) en la Escuela de Negocios de Harvard, en Boston, Estados Unidos.
“Estaba desconsolado y creía que nunca encontraría a alguien como ella”, dice. Pero pensó que la aplicación le daría una oportunidad de intentarlo.
En esa época, los servicios de citas en línea para jóvenes recién estaban surgiendo.
En ese contexto, decidió centrarse en desarrollar “una aplicación accesible y fácil para las personas más jóvenes, que en ese momento no usaban los servicios de citas”, dice. “No podía sacar la idea de mi cabeza”.
Lanzó Hinge en 2012, el mismo año en el que se fundó Tinder, su principal competencia. Hoy, su aplicación tiene alrededor de 5,5 millones de usuarios en todo el mundoy reporta ingresos anuales de US$5,2 millones.
Pero Justin no encontró un nuevo amor a través de su aplicación. Más bien, esta lo animó a tratar de reconquistar a su amor perdido, Kate Stern.
La entrevista
Esta cadena de eventos comenzó en 2015, mientras promocionaba Hinge y fue entrevistado por la periodista Deborah Copaken para un artículo en The New York Times. Al final de la entrevista, la reportera le preguntó si alguna vez había estado enamorado.
Justin habló sobre cómo había amado y perdido a Kate Stern cuando ambos eran estudiantes en la Universidad de Colgate en Hamilton, estado de Nueva York, debido a su alcoholismo.
Ante la respuesta, la propia periodista le comentó que tenía una historia similar de un amor perdido, pero que nunca había hecho nada al respecto y que temía que fuera demasiado tarde para recuperarlo.
“Su historia me animó a intentarlo una vez más, aunque ya habían pasado siete años” de la ruptura, recuerda. Envalentonado, Justin voló a Suiza, donde vivía y trabajaba su expareja. Ella, que planeaba casarse en un mes con otro hombre, aceptó encontrarse con él. En un par de días la boda se canceló y Kate y Justin volvieron a ser pareja.
Una columna y un capítulo de televisión
Poco después, el empresario se reunió nuevamente con la periodista Copaken para contarle lo que había sucedido, y ella escribió sobre eso en Modern Love, una popular sección del diario The New York Times,en noviembre de 2015.
“Cuando el artículo fue publicado en The New York Times, dijeron que fue una de sus columnas más compartidas y comentadas”, dice Justin.
“Incluso escribieron una segunda parte sobre si la gente debería tratar de recupearr sus amores perdidos tiempo atrás”, cuenta.
Cuando Modern Love se convirtió en una serie de Amazon Prime TV en 2019, la historia de Justin y Kate fue adaptada para uno de los episodios. McLeod fue interpretado por el actor británico Dev Patel.
“Más romántico”
Justin dice que volver a estar con Kate le hizo darse cuenta de que necesitaba replantear Hinge, que en ese momento se basaba en el mismo modelo que Tinder.
Quería que Hinge fuera más romántico, que fuera más allá de simplemente conectar a las personas que se sienten físicamente atraídas entre sí.
Aspiraba a que los usuarios conocieran bien, alentarlos a participar en citas “como las de antes” y establecer relaciones a largo plazo en lugar de algo fugaz.
Desde el cambio en 2016, la app pide a los usuarios que completen una serie de declaraciones, como “Mi lista de deseos incluye…” o “Lo que a la gente le sorprende de mí es que…”.
Las respuestas aparecen debajo del perfil. El objetivo es ayudar a los usuarios a encontrar la personalidad que les gusta y comenzar conversaciones.
“Parecía un cambio pequeño, pero realmente modificó el comportamiento de los usuarios de la aplicación”, dice Justin, quien nació en Kentucky. “Los volvió más selectivos y más reflexivos sobre lo que incluían en sus perfiles”. “Con el tiempo hemos aprendido qué tipo de comentarios conducen a más citas”, asegura.
Final feliz
Saskia Nelson es la fundadora de Hey Saturday, un negocio de fotografía de Reino Unido y EE.UU. que se concentra en las fotos para apps de citas.
Ella dice que Hinge ha crecido en popularidad gracias al boca a boca. “Es atractivo porque antepone la calidad a la cantidad de coincidencias (de perfiles)”, explica.
Hinge ahora tiene más de 100 trabajadores en su oficina de Nueva York. Si bien el servicio básico es gratuito, gana dinero cobrando por la membresía premium.
Esta suscripción ofrece a los usuarios ventajas adicionales, como poder ver más información sobre las personas con las que podrían tener una cita.
En respuesta al coronavirus, a principios de abril, la app introdujo una nueva función llamada “cita desde casa”, que permite a los usuarios decir que les gustaría tener una cita por Zoom con alguien.
Esto solo se le revela a la otra persona si a él o ella también le gustaría hacerlo. Justin dice que quiere que los usuarios de Hinge tengan el mismo final feliz para sus historias de amor que él y Kate. La pareja se casó en 2019 y tuvo a su primer hijo recientemente.