Estamos acostumbrados a luchar con el teclado del celular. Reímos y pasamos papelones con las autocorrecciones. Si somos vagos, nos resignamos a ellas y en vez de ir modificando en forma paciente el diccionario usamos los acentos como si fuéramos españoles, las autorrespuestas como si fuéramos robots y mucho emoji y audio para ahorrarnos la tarea de escribir como querríamos.
Esto notó años atrás la argentina Inés Benson y como buena exponente de nuestro espíritu emprendedor -y luego de negativas en las tiendas oficiales de aplicaciones- decidió hacerlo ella misma: “Con la idea a cuestas, en 2016 junté fondos e invertí de mi propio bolsillo. Tuve todo el tiempo un equipo a mi lado que me complementaban: las diseñadoras Carolina Meoniz y Paz González Ávila hicieron los emojis, una empresa de software programó y yo hice las bases de datos, el marketing digital y el resto. Cuando hacés un proyecto a pulmón sos CEO y “che piba”: un día te toca conjugar 500 verbos y hacer un posteo, el otro un modelo de negocios y un pitch”, explica y agrega que para hacerlo posible, transitó cuanta capacitaciones, evento de networking y concurso se le cruzó por delante.
Así nació Guará, el autocorrector para argentinos. Es un teclado que se puede descargar de la tienda Google Play, cuenta con más de 40.000 palabras de voseo típico argentino y la capacidad de corregir errores de ortografía y gramática, además de contemplar el lenguaje inclusivo. La base de datos incluye, también, nombres de calles, localidades nacionales y nombres propios. No tiene costo, se puede personalizar la estética del teclado y elegir entre cuatro temas. También tiene una muestra de stickers característicos de nuestra cultura: fútbol, mate, abrazos y paisajes del país, edificios icónicos de la ciudad de Buenos Aires.
Y se suma a TipType, otro teclado con acento argentino (también para Android) que diseñó hace unos años el actual vicepresidente del Banco Central, Lucas Llach, junto a Daniel Goldberg, y que propone una manera alternativa de ingreso de texto para no depender del motor predictivo convencional.
Guará nació a la luz de las apps en julio último y ya cuenta con 1300 descargas de usuarios felices de poder escribir bondi, matecito, chori, birra, pibes y pibas sin tener que adiestrar al teclado. No sólo los modismos, sino las conjugaciones hicieron justicia para los argentinos: “el problema más grande es que no existían bases de datos de verbos conjugados en nuestro dialecto: hacés, comés, decís, etc. De modo que tomaba el diccionario online y con los verbos iba conjugando de a uno: para correr: corrés, correte, correlo, correme, córranse, corrámonos ¡y todavía faltan un montón! Ante la duda, mandaba un mail a la Academia Argentina de Letras”. También crearon una base de datos con diminutivos y un padrón electoral viejo de mujeres y de varones de Capital Federal, para incluir calles y nombres propios.
¿Cómo se usa? Una vez descargado, se instala y se debe habilitar Guará en los Ajustes del teléfono, para poder seleccionar ese teclado como método de entrada predeterminado. El teclado quedará configurado para usarse. Los emojis especiales (los que no pertenecen al grupo estándar sino que son de temática vernácula) se mandarán como imágenes; por eso se llaman Stickers. La alternativa son los emojis convencionales.
Si no queremos instalar una aplicación más para gozar de los beneficios de la personalización, la alternativa es modificar o agregar palabras al diccionario, sea el que viene con el teclado o el básico del sistema operativo. Esto último se puede realizar en la mayoría de las versiones de Android desde Ajustes> Idioma e introducción de texto>Diccionario personal, o ir sumando las palabras a medida que el usuario las va tipeando en un texto en el teléfono.
Fuente: La Nación