China tiene la mayor industria de transmisiones en vivo del mundo y, Wuhan —el epicentro del brote de covid-19— es una suerte de centro neurálgico de esta actividad.
Por ello, cuando emergió el nuevo virus y millones de personas quedaron confinadas en sus hogares, la industria respondió rápidamente, creando nuevos géneros y cambiando los formatos de sus populares realityshows.
El público ha estado siguiendo transmisiones en vivo de celebridades y personas comunes y corrientes cantando, cocinando y haciendo ejercicio en sus propias casas.
Los programas que generalmente cuentan con audiencias en vivo ahora parecen más videoconferencias, pero aún así han demostrado ser un éxito inusual.
Pero a pesar de estos cambios en la programación, los vloggers, de los cuales hay más de 524 millones en China, aún deben ser extremadamente cautelosos sobre lo que publican, especialmente dentro de Wuhan.
Nuevos shows en internet
A fines de enero, las transmisiones en vivo de dos hospitales que se estaban construyendo en Wuhan resultaron sorprendentemente populares en internet.
Muchos en la industria reconocieron el atractivo que estas emisiones tuvieron entre el público durante la cuarentena, y así surgieron rápidamente programas nuevos en los servicios de transmisión en línea.
El periódico Guangzhou Daily resaltó el surgimiento de un nuevo género de reality shows en la nube, en el que los artistas solo necesitan un teléfono móvil o una computadora y una buena red de internet para ser parte de un espectáculo.
El género tiene múltiples subgéneros. Desde el 8 de febrero, un programa de cocina de una hora llamado Eat Well que se transmite por Youku, un sitio similar a YouTube, lleva a los espectadores al interior de las casas de diferentes personas y muestra a una persona diferente cada día preparando una comida casera.
También a mediados de febrero, el popular sitio web iQiyi organizó un nuevo tipo de realityshow “en casa”.
En Karaoke at Home, el formato es simple: los usuarios de las redes sociales envían solicitudes para que los cantantes interpreten las canciones que elijan, desde su propia casa.
Games at Home, por su parte, muestra a diferentes estrellas compitiendo en ciertos desafíos dentro de sus hogares, como “quién puede hacer más flexiones de brazos”.
Adaptación veloz
Estos nuevos programas, junto con las restricciones del gobierno chino sobre los movimientos de gente como resultado del coronavirus, abrieron el juego para los productores de reality shows.
Cerca de 780 millones de personas en China —más de la mitad de la población— ha experimentado alguna forma de aislamiento desde finales de enero.
A fines de enero, el principal regulador de medios del país modificó los horarios de televisión a fin de “reducir la programación de entretenimiento” y aumentar los informes especiales sobre el coronavirus.
A medida que las audiencias se fueron volcando cada vez más a internet, muchos programas de TV tradicionales comenzaron a adaptar rápidamente sus formatos para continuar funcionando, a pesar de que sus estrellas no han podido acudir a los estudios.