* Equipo de investigación: Bettina Bravo, Mabel Juárez y María José Boucíguez – Facultad de Ingeniería, UNICEN.
Que las Ciencias Básicas son los pilares de las carreras como Ingeniería, nadie lo discute. Sin embargo, cuando se trata de derramar esos saberes provenientes de especialidades como la Química, la Física o la Matemática en la sociedad, la cuestión resulta más difícil de visibilizar.
Desde el Departamento de Ciencias Básicas de la Facultad de Ingeniería de Olavarría (FIO), docentes de distintas disciplinas han encarado un proyecto, complejo y ambicioso, que empieza a rendir frutos después de dos años de trabajo. Tan complejo e interdisciplinario es el emprendimiento, que resulta difícil definir por sus títulos de grado y posgrado a quienes lo representan. Bettina Bravo, Mabel Juárez y María José Boucíguez le ponen rostro y formación a esta idea.
UNICEN marcó el camino
“Este proyecto en particular nace de discusiones que nosotros tuvimos con docentes de la escuela secundaria, puntualmente de la ex Escuela Nacional y de Nuevas Lenguas, discusiones que se dieron en el contexto del “Proyecto de Mejora de Formación en Ciencias Exactas y Naturales en la Escuela Secundaria”, que es un proyecto de la UNICEN”, relataron. Este es un proyecto que de algún modo deja en evidencia la preocupación de la Universidad respecto del nivel educativo que están alcanzando los jóvenes en su formación secundaria.
La FIO canalizó ese proyecto, entre otros, a través del GODCE (Grupo Operativo de Enseñanza de las Ciencias Experimentales) del Profesorado. “Ahí entramos nosotras a la discusión”, agregaron. “El objetivo central del GODCE fue detectar temáticas científicas que presentaran dificultad de aprendizaje o de enseñanza; diseñar junto a los docente propuestas innovadoras que serían llevadas al aula por ellos y evaluar su implementación e impacto. Es decir que se establece una dinámica de formación continua con reflexión sobre la propia práctica”.
Profe, me aburro
Consultadas sobre los problemas que las docentes de secundaria les manifestaban en relación a la enseñanza de la Física, destacaron la dificultad para hallar estrategias que las ayuden a motivar a los alumnos a aprender la disciplina y, más aun para “alcanzar ese gran horizonte que plantea el diseño curricular de la secundaria, que es la alfabetización científica”.
Las investigadoras de la FIO advierten que el problema puede verse agravado por “la manera en la que actualmente están secuenciados y seleccionados los contenidos en el diseño curricular oficial”. Entonces “propusimos comenzar por revisar y reorganizar los contenidos prescriptos en el ciclo superior de la educación secundaria con orientación en ciencias naturales, con la intención de favorecer un aprendizaje gradual y paulatino del saber de la Física, que le permita al alumno no solo interpretarlo sino también aplicarlo en su vida cotidiana, para resolver problemas y elaborar explicaciones. Sumado a esta reorganización de contenidos diseñamos propuestas de enseñanza innovadoras y elaboramos materiales didácticos para desarrollar dichos contenidos en el aula. Además de la alfabetización científica, intentamos con esta innovación que los jóvenes adquieran algunas herramientas básicas que les permitan transitar los primeros años de la Universidad, en carreras científico – tecnológicas, con un mayor grado de éxito del que estamos observando”.
Newton: llamada para vos
No obstante la claridad del emprendimiento, ponerlo en práctica no es sencillo. Los cambios en el mundo científico y tecnológico, la manera de comunicarnos y de relacionarnos con los otros y con el conocimiento, todo se ha modificado tanto y tan rápido, que es necesario hacerse eco. “Sería desleal de parte nuestra no tratar que los alumnos se alfabeticen científica y tecnológicamente en un mundo como el actual, bien distinto del de hace 20 o 30 años… Acá en la Facultad, y en las escuelas”, apuntó la Dra. Bravo. “Eso también era nuestra intención: tenemos que enseñarles las Leyes de Newton y demás, pero de una manera diferente a la tradicional y con el objetivo no sólo de que aprendan “la ley” sino que aprendan a usarla para resolver problemas de su entorno cotidiano. Ahí entra la resolución de problemas como uno de los grandes objetivos de aprendizaje y las TIC (N. de R.: se refiere a las Tecnologías de la Información y la Comunicación) como herramienta mediadora”, a cargo de María José Boucíguez; y la resolución de problemas, a cargo de Mabel Juárez. Al respecto, estamos tratando de pensar, junto con los docentes de dos escuelas que se han subido fuertemente al proyecto (Escuela Media Nº 6 –ex Nacional-, y Nuevas Lenguas) un gran desafío: no solo que las TIC medien en el aprendizaje de la Física, sino que la Física también medie en el aprendizaje del uso de las nuevas tecnologías”, destacaron.
No podía dejar de aparecer el celular en el desarrollo del relato. Las docentes amplían el concepto: “Queremos que el alumno pueda reconocer ese teléfono, con el que interactúan todo el tiempo, como una herramienta de aprendizaje y usarlo en clase para registrar en foto o video los procedimientos que llevan a cabo en el laboratorio, buscar información en formato multimedial; usar simulaciones, comunicarse y comunicarnos mediante redes sociales. Debemos potenciar el uso de estos dispositivos porque ellos nacen interactuando con este tipo de medio de comunicación”.