El madroño es un arbolito de tal tradición en la ciudad de Madrid que ha quedado reflejado en la escultura del Oso y el Madroño, instalada en la plaza Puerta del Sol en pleno centro histórico de la capital española, con el madroño superando en altura al oso y éste erguido sobre sus dos patas traseras, alimentándose de sus frutos.
La especie pertenece a la Familia Ericáceas, su nombre latino Arbutus unedo (“Arbutus”, nombre romano del madroño, “unedo” significa comer uno solo).
Hábitat: región mediterránea, en la Península Ibérica es muy común en Galicia y Asturias, los Montes de Toledo y la provincia de Salamanca pero curiosamente muy escaso en Madrid, por lo que varios madroños madrileños entre ellos el de la Plaza de la Lealtad (frente al hotel Ritz), fueron declarados “árboles singulares” de la comunidad de Madrid y están protegido por ley.
Usos: se cultiva como ornamental, los frutos pueden consumirse frescos o bien en mermeladas o confituras y por fermentación pueden obtenerse bebidas alcohólicas como el licor de madroño, típico producto madrileño; cuentan que el rey Felipe IV lo tomaba después de las comidas, preparado por su cocinero según la receta que inventaron los frailes benedictinos: machacando el madroño con alcohol de vino.
Curiosidades
En España se instaló una polémica sobre el sexo del oso mencionado; se cuenta que su creador, el escultor Antonio Navarro Santafé, se inspiró en un oso pardo macho de la Casa de Fieras del Retiro capturado en los Picos de Europa, y lo llamó Felipe. Sin embargo, el origen no está tan claro. “No hay fuentes históricas sobre el nacimiento del símbolo, solo algunas especulaciones y leyendas”, el historiador Juan Carlos González afirma que “Podría ser que en principio fuera una osa, símbolo de la fertilidad, como la loba capitolina que se asocia con la ciudad de Roma”. Sea como fuere, con el tiempo el sexo de la osa fue cambiando al oso actual.
Respecto al madroño hay una creencia de que el consumo del fruto puede “embriagar”; esto se debe a que bien maduros contienen cierta cantidad de alcohol, por éste motivo ingerirlos en demasía puede producir intoxicación y dolores de cabeza, de hecho, el término “unedo” que aparece en el nombre latino nos está advirtiendo en este sentido, significando un = uno y edo = comer.
En la ciudad de Azul se cultiva un ejemplar (probablemente único) localizado en el sector Angiospermas del Jardín Botánico de la Facultad de Agronomía que está ubicado en el Campus Universitario.
Características morfológicas
Hábito de crecimiento: arbusto de follaje siempre-verde. Hojas simples, alternas, lanceoladas, finamente aserradas en el borde, de color verde algo brillante en la cara superior, verde pálido en la inferior, con corto pecíolo. De flores blanco amarillentas, con forma de recipiente de abertura estrecha, dispuestas en panojas péndulas. Fruto: globoso, tuberculado, rojo (baya).
Observaciones: florece en otoño (a partir de abril) al mismo tiempo que maduran los frutos del año anterior.