Ponerse crema de protección solar puede ser aparatoso. Además de la dificultad de alcanzar ciertas zonas del cuerpo, está el problema de dejar algunas áreas de la piel al descubierto o no poner la cantidad suficiente, exponiéndolas a quemaduras.
Pero la tecnología puede tener la solución para evitarlo. La semana se presentó en la feria CES (Consumer Electronics Show) de Las Vegas, EE.UU., el evento de electrónica de consumo más importante del año, un producto revolucionario para protegernos del sol.
Se trata de un spray llamado Ioniq que promete “alcanzar todas las zonas del cuerpo” y “no dejar las manos pegajosas”.
Sus creadores dicen en su sitio web que también permite “aplicar la dosis perfecta” con la máxima eficiencia.
Líquido magnético
El producto fue desarrollado por la compañía alemana Wagner Group. Su lanzamiento oficial al mercado será el próximo mes de mayo.
Wagner es, en realidad, una empresa de sistemas de revestimiento para pintura y otros materiales líquidos para automóviles y otros productos.
Pero hace algunos años, a un empleado de la firma se le ocurrió la idea de desarrollar una crema de protección solar usando una tecnología similar… y aplicarla sobre personas en lugar de autos.
El sistema funciona “atrayendo un líquido magnético a la piel de manera automática, usando campos magnéticos entre la piel y el dispositivo”, dicen sus inventores.
“La atracción es tan fuerte que las gotas se pueden rociar uniformemente sobre la piel, incluso con vientos fuertes”, añaden.
También explican que no hace falta frotar le piel y que se genera la cantidad adecuada de manera “más rápida y uniforme que los productos convencionales, incluso en áreas más difíciles de alcanzar, como la espalda”.
Bajo la luz ultravioleta
Dentro del bote de esta crema solar “hay dos almohadillas metálicas que, al presionarlas, generan una carga eléctrica en el cuerpo”, explica el periodista tecnológico de la BBC Chris Fox.
“No puedes sentirlo, pero eso significa que no puedes usarlo si tienes un marcapasos”, señala.
Las gotas de líquido que atrae a la piel es algo así “como cuando tu pelo es atraído a un globo por la carga eléctrica”.
Fox probó el spray bajo una cámara ultravioleta para comprobar su funcionamiento y efectividad. Después, lo comparó con una crema “tradicional” de las que se aplican con las manos. El resultado fue espectacular.
“La crema solar absorbe la luz ultravioleta, así que muestra esas áreas en negro, haciendo más fácil que se pueda ver si me dejé alguna zona sin cubrir”, explicó.
“En la cámara, el líquido de factor 6 y 10 no se ve tan oscuro”, dice Fox.
“Pero cuando me quité la camiseta quedé muy sorprendido. Me había cubierto uniformemente la piel con protector solar”.
Pero Fox dice que todavía hay “algunos problemas que resolver” con el prototipo de este dispositivo.
“Uno de ellos, es que después de su uso, si tocas a alguien le darás un toque eléctrico bastante desagradable”, señala el reportero. “Y el segundo es que se supone que, en realidad, no debes aplicarlo sobre tu cara”.
“La compañía me advirtió que esas partículas cargadas con electricidad estática se adhieren a cualquier parte de tu piel”.
“Encuentra el camino hacia tu nariz, se meten en tus orejas y en tus ojos, incluso aunque los tengas cerrados”. Fox consultó estas dudas con la empresa cuando conversó con uno de sus directivos y fundadores, Valentin Langen, en Alemania.
“Los consumidores están usando actualmente fórmulas diferentes para el cuerpo y para la cara, así que estamos siguiendo esa tendencia”, respondió el empresario.
“Para generaciones futuras, trabajaremos, por supuesto, en un producto Ioniq que también pueda usarse sobre la cara”.
Fox también le preguntó a Langen sobre las descargas eléctricas tras usar el producto. Langen dice que la versión “final” no generará ese efecto y que será “totalmente segura”.
En cuanto al precio, la compañía todavía no ha fijado una cifra, pero será al menos de US$100, “probablemente más”, según le contó Langer a la BBC.
Los botes tendrán solo 100 mililitros, lo cual facilita su transporte. La empresa está planeando aplicar también el sistema en aceite corporal o bronceadores.
Pero, ¿cuánta gente estará dispuesta a pagar ese precio por esta tecnología?
BBC Mundo