Estilo de vida

¿Se puede entrenar el cerebro?

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Entrenamiento cerebral integral
Todos sabemos que ir al gimnasio con regularidad permitirá abordar un camino hasta alcanzar la belleza corporal que deseamos, así como también reducir en gran medida las probabilidades de desarrollar enfermedades del corazón, diabetes o un derrame cerebral. Estudios recientes realizados por la Universidad de British Colombia y la Universidad de Adelaida también muestran evidencia de que es posible reforzar el cerebro cuando se hace ejercita.

El cerebro humano es la máquina más compleja en la Tierra, pero cuando se trata de la cantidad de combustible que necesita para funcionar, ciertamente no es la más eficiente. De hecho, es algo así como un alto consumo de gasolina. A pesar de sólo representar el 2% de su peso corporal, consume una quinta parte del oxígeno que ingiere para que siga funcionando.

Para asegurarse de que funcione en su nivel más alto, muchos expertos creen que el ejercicio regular es crucial. Incluso una caminata de 20 minutos puede ayudar a combatir el estrés, pensar más lógicamente, tomar decisiones y, en el largo plazo, a protegerse contra la enfermedad mental degenerativa.

Aquí y ahora

A menudo lleva muchas horas de trabajo duro cosechar los beneficios físicos de los ejercicios. Pero en el momento de salir a correr o comenzar una clase de spinning, no se ocultan los beneficios mentales que entran en acción inmediatamente:

  • Nuevas células cerebrales: Los niveles de una proteína conocida como factores neurotróficos derivados del cerebro, o BDNF, se elevan, mejorando la función cerebral.
  • Creatividad: una investigación de la Universida de Stanford en 2014 demostró que caminar incrementa la creatividad hasta en un 60%.
  • Mayor concentración: incrementar el flujo sanguíneo transporta oxígeno y glucosa al cerebro, mejorando los niveles de concentración hasta por tres horas luego del ejercicio.
  • Mejora el humor: la producción de serotonina, un neurotransmiso crítico, aumenta y actúa como un antidepresivo natural.

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Qué hay sobre mi cerebro?

El ejercicio regular no sólo ejercita el cerebro sino que también ayuda a prepararlo para enfrentar cualquier desafío que la vida te presente.

  • Stress: ¿Te diste cuenta que cuando estás estresado te olvidás de cosas que se suponía hiciera? Bueno, esto sucede porque la tensión golpea el cerebro de forma drástica, especialmente el hipocampo que juega un rol fundamental en la memoria. El ejercicio regular promueve la producción de neurohormonas, como la norepinefrina, que ha sido relacionada con el mejoramiento de la función cognitiva, aprendizaje y buen humor. Por lo tanto, a pesar no poder evitarlo, el ejercicio es crucial para manejarlo.
  • Descanso: otra batalla que el ejercicio nos ayuda a combatir es el insomnio. Una sesión de ejercicio cardiovascular elevará la temperatura corporal hasta dos grados por hasta cinco horas, para luego descender menos de lo que estaba antes de comenzar a ejercitar. Esto es un interruptor que puede inducir el sueño profundo cuando es momento de colocar la cabeza en la almohada. Por ello, se recomienda contar con al menos veinte minutos de ejercicio vigoroso tres o cuatro veces a la semana, que puede consistir en sacar a pasear el perro o jugar al tenis, principalmente tarde en la tarde para obtener dicho beneficio.
  • Demencia: la OMS establece que se diagnostica un caso de demencia cada cuatro segundos. La inactividad física es el principal factor y aumenta las posibilidades de desarrollar la enfermedad un 82%. Pero ¿cómo el ejercicio puede combatir la demencia? El ejercicio aeróbico regular no sólo incrementará la generación de neuronas, sino que también incrementará el número de sinapsis entre nuevas neuronas y las áreas del lóbulo frontal crecerán.

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¿Qué más puede aumentar mi cerebro?
Los beneficios del ejercicio son evidentes, pero hay otras actividades que pueden dar a nuestra materia gris un ascensor.

  • Meditar: Un equipo de la Universidad de Harvard, dirigido por la neuróloga Sara Lazar, halló que la meditación consciente puede reducir la ansiedad, el dolor crónico y mejorar la calidad del sueño.
  • Aprender un idioma: Los estudios llevados a cabo en Suecia en 2012 mostraron que las partes del cerebro bilingüistas dedicados a la planificación, la memoria y el razonamiento son más grandes que las de los monolingües.
  • Comer más saludable: Una dieta calórica puede establecer un camino hacia el Alzheimer. Los alimentos que mantienen su cerebro sano incluyen el pescado azul, el brócoli y los arándanos.

Fuente: bbc.co.uk

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