¿Están bien o mal?
Hemos imprimido todos los ejemplares necesarios y hemos proveído de comida para el personal. Incluso María ha freído las empanadas con dos horas de antelación.
¿Te suena mal? Puede ser… pero para tu información este ejemplo es correcto, aunque tal vez impreso, provisto y frito, serían mejor para tu oído. ¿Por qué sucede esto?
Dobles participios
En total fueron imprimidas/impresas 5 fotos. ¿Cuál prefieres?
Hay tres verbos en español que cuentan con dos participios, uno regular y otro irregular, según explica la Real Academia Española (RAE). Estos son: imprimir (imprimido/impreso), freír (freído/frito) y proveer (proveído/provisto), con sus respectivos derivados. Y en cada caso, las dos formas pueden utilizarse indistintamente en la formación de los tiempos compuestos: Hemos imprimido veinte ejemplares / Habían impreso las copias en papel fotográfico.
¿Por qué algunos países de América Latina usan el ‘vos’ en vez del ‘tú’?
Y lo mismo sucede en el caso de la pasiva perifrástica, es decir cuando el verbo ser o estar tiene una función auxiliar y el verbo principal está en participio: Las empanadillas han de ser freídas dos horas antes / Nunca había frito un huevo.
La Nueva gramática de la lengua española (2009), de la Real Academia Española, agrega dos verbos más a esta particular lista.
Verbos con doble participio
Forma regular e irregular
Elegir Regular: ELEGIDO. Ejemplo: y no solo eso: has elegido al candidato. Irregular: ELECTO: El Congreso designado por él mismo lo había electo Presidente por siete años más.
Prender Regular: PRENDIDO. Ejemplo: la Policía se había enterado, y los había prendido alos tres. Irregular: PRESO: ¿Han preso a ese desgraciado? —interrumpió el viejo lleno deinterés.
Nueva gramática de la lengua española, Real Academia Española (2009)
Y entonces, ¿por qué suenan mal?
“El español es una lengua que tiene muchas variedades. Y en unas hay cosas que son norma culta y suenan bien y en otras hay cosas que no son norma y suenan peor”, señala Rosario González Pérez, profesora titular de Lengua española del Departamento de Filología española de la Universidad Autónoma de Madrid.
La norma se refiere a las preferencias de uso del idioma de una comunidad en una determinada época. “La norma la hacen los hablantes y es cambiante. Incluso aunque vaya en contra de algo gramatical, si se ha extendido a veces se acaba imponiendo pero tiene que tener mucho éxito”, añade González Pérez a BBC Mundo.
Por su parte, Paz González, profesora de lingüística española de la Universidad de Leiden, Holanda, opina que tendemos a elegir las formas irregulares de estos verbos porque las regulares (proveído, freído e imprimido) suenan a una “híper-generalización del hablante”. “Es como cuando un niño dice: ‘no cabo’. Es la forma agramatical regular de no quepo. Estas formas irregulares cuestan asimilarlas, y una vez que son adquiridas, muestran un manejo de la lengua superior”, afirma a BBC Mundo.
“Por lo tanto, si la lengua nos da a elegir entre una forma regular y una forma irregular, siempre nos va a parecer que la irregular, al ser más difícil, es la correcta”, analiza Paz González.
¿Frito o freído?
¿Han freído huevos o han frito huevos? Sin embargo, no a todos nos suena mal uno o el otro. En definitiva lo que hacemos es desechar una forma y aceptar la otra. “Eso no significa que freído esté mal, significa que no lo usamos, que no es nuestra norma de uso”, insiste González Pérez. Y en el caso particular de freír, “la Real Academia Española registra que en El Salvador, Colombia y Bolivia una forma de verbo es fritar que deriva de frito, en vez de usar freír”, añade.
Estos verbos con doble participio no son una evolución de la lengua española sino un legado. “Es una herencia latina que por razones de usos ha quedado en formas muy comunes pero la tendencia es a que vayan desapareciendo”, opina la profesora González Pérez de la Universidad de Madrid, España. Según la especialista, había muchos más verbos con esta posibilidad de doble participio en la época clásica medieval, entre los siglos XIII y XVI. Hoy algunos solo han quedado con el participio fuerte: ‘he dicho’ y no ‘decido’, ‘escrito’ y no ‘escribido’. “La forma es posible pero si nadie la usa está mal”, afirma.