“Mirá para arriba”, sorprende el Ing. Fernando Benger. “Parate en cualquier lugar de la ciudad y tratá de ver el cielo. Es imposible, hay una cantidad de cables que te lo impiden”.
Benger fue, junto los Ingenieros Cristian Ruschetti, Oscar Pesci y Roberto De la Vega, autor e impulsor de la idea. Sin embargo, y a pesar de la buena acogida brindada por los Concejales que escucharon la propuesta, todo parece haber quedado en la nada. “No queremos resignarnos”, sostiene Ruschetti. “La contaminación visual de la ciudad es impresionante, además de que aumentan los riesgos de accidentes por la enorme cantidad de postes que encontrás a cada paso”.
No somos únicos
En Argentina, ciudades como San Nicolás o Corrientes han hecho punta con el tema. En general, el concepto de mono-poste está apuntado a las nuevas urbanizaciones, más que a lo existente. “Son dos planos de ataque”, explica Fernando Benger, “lo más inmediato es generar un marco normativo que establezca la obligatoriedad de trabajar con un único poste para los servicios de electricidad, televisión y telefonía, pero para lo que se construya de acá en adelante. Olavarría está creciendo mucho, hay barrios nuevos y esa es una ocasión inmejorable para arrancar. Claro, hay que arrancar ahora porque cada barrio que se empieza es una oportunidad dilapidada. El segundo enfoque pasa por cambiar todo lo existente, pero sabemos que eso es más complejo y de muy alto costo”.
No se trata sólo de contaminación visual. También hay riesgos multiplicados, y el panorama empeora si se tiene en cuenta que cada empresa prestadora del servicio ubica los postes según sus propias regulaciones. Hay cuadras en las que se cuentan hasta 14 postes, cuando todo podría resolverse con 4. El Ing. Ruschetti enfatiza ese concepto: “Si bien se conseguiría una reorganización del tendido aéreo, la ventaja principal es la reducción de la cantidad de postes en las aceras. No perdamos de vista que hoy conviven la telefonía, la televisión, Internet, alumbrado. Y además ya hay postes colocados en previsión de futuras instalaciones…”.
Color esperanza
Cristian Ruschetti relata que “la FIO ha seguido adelante con el tema, desde el punto de vista técnico. En 2014 presentamos la idea pero ahora ya estamos en la etapa en que estamos dimensionando los postes, y evaluando los posibles materiales y formas de provisión, y hay estudiantes involucrados con el tema”.
En este sentido, el alumno Cristian Ostertag, futuro graduado de la Facultad, se encuentra realizando su proyecto final de carrera sobre la temática en cuestión.
El mono-poste cubriría una función similar al “serviducto”, un conducto enterrado que permite alojar además otros servicios. Desde la FIO advierten que, aunque técnicamente conveniente, el serviducto implica un nivel de roturas y costos que lo vuelve impensable para la ciudad.
“No perdemos las esperanzas y seguimos trabajando”, dicen Benger y Ruschetti. “Nos imaginamos una ciudad mejor en este sentido. Y nos gustaría vivir ahí…”.